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Un equipo internacional de más de 400 científicos, entre ellos Alex Hearn, profesor de la Universidad San Francisco de Quito e investigador del Galapagos Science Center, rastreó por satélite a más de 12.000 animales marinos. El objetivo de este esfuerzo global fue identificar con precisión las rutas migratorias y las zonas clave utilizadas por distintas especies para alimentarse, reproducirse o desplazarse, y así generar información fundamental para su conservación.

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Mediante el análisis de estos datos, se elaboró el mapa más detallado hasta el momento sobre los movimientos de vida marina a escala global. Esta cartografía reveló múltiples “puntos calientes”, es decir, áreas críticas para la biodiversidad marina donde se concentran varias especies. Sin embargo, el estudio también expone una realidad preocupante: la mayoría de estas zonas no cuenta con ningún tipo de protección.
Actualmente, solo el 8 % de los océanos del planeta está protegido, y muchas de las rutas identificadas siguen amenazadas por actividades humanas como la pesca industrial, el tráfico marítimo y la contaminación.

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Los hallazgos de esta investigación, respaldada por la Organización de las Naciones Unidas y científicos de más de 50 países, evidencian la necesidad urgente de tomar medidas de conservación. Aunque proteger el 30 % de los océanos para 2030 es un paso importante, los datos sugieren que no será suficiente. Es necesario implementar estrategias complementarias e inmediatas para resguardar estas rutas vitales.
Lee el artículo científico aquí: DOI: 10.1126/science.adl0239